Amenaza con retirarse

Así se despachaba Alberto Ruiz-Gallardón hace unos días al diario ABC:

"...a mí los madrileños me han elegido no como un acto de adhesión ni me han dado un cheque en blanco: me han elegido para que cumpla mi contrato, el que he firmado con ellos, que es mi programa electoral. Que yo pueda desarrollarlo, que no haya obstáculos objetivos para desarrollar ese programa electoral que han votado los madrileños, es un elemento determinante de mi presencia al frente de la Alcaldía".

Poco le importaba hace 5 semanas el contrato firmado con los madrileños el 27 de mayo de 2007, que incluía varias cosas más, no sólo el polémico eje Prado-Recoletos. Entonces amenazaba con dejar la política a partir del 10 de marzo, por no haber sido incluido en las listas de diputados del PP.

Ahora, vuelve a amenazar con retirarse si la Comunidad de Madrid no le aprueba el proyecto del eje Prado-Recoletos, porque es un "elemento determinante" para que siga siendo alcalde.

Pues ya ha cansado con tantas amenazas. Sería mucho mejor que las cumpliera y se retirara de una vez. De todos modos, y por si el alcalde se olvida de sus palabras, seremos unos cuantos quienes estaremos dispuestos a recordárselas y exigirle que cumpla.

"Res, non verba" decían los romanos. Pues eso, señor Alcalde. Menos amenazas y más irse a casita...

Como un buitre

Había decidido hacer un voto cartujo de silencio, pero este individuo no para de decir bobadas y más bobadas. Bobadas con las que sigue intentando dañar al Partido Popular, a sus dirigentes (que pueden hacer sombra a sus aspiraciones), y a los votantes, que estamos hartos de este señor con un delirio de grandeza tan grande que no entra en el Palacio de Telecomunicaciones, ni en toda la ciudad de Madrid.

Primero, cual niñato caprichoso que se acaba de quedar sin postre, nos amenazó con dejar la política a partir del 10 de marzo de 2008. Como él daba por seguro que iría en las listas de diputados del PP por Madrid -algo que el más elemental sentido común descartaba por haber sido reelecto como alcalde 8 meses antes- y no salió como él deseaba, se ha dedicado a patalear demostrando un grado de histeria y frustración sólo comparables a la de su mentor Fraga cuando no fue electo presidente de gobierno por el Rey para liderar la Transición. Curioso, pero una vez más aplica el viejo refrán: "de tal palo, tal astilla". Sólo que Fraga supo guardar las formas, y reservó la pataleta para su familia y amigos.

Pero el alcalde de Madrid es imposible. Al ver que su caprichín sólo generaba "efectos" en los medios de comunicación, pero no así dentro de las filas del PP, ni mucho menos dentro de sus votantes, el niñato ha decidido volver por soleares.

Y se me antoja que su regreso es como el de un buitre. Tal vez había apostado a que Rajoy perdería estrepitosamente las elecciones, y el ver que hoy pelea cabeza a cabeza en las encuestas tal vez le hagan sentir que puede perder la oportunidad de formar parte del triunfo.

Tal vez haya pensado que si Rajoy pierde, es mejor estar cerca para presentarse como la "única alternativa" que tendría el PP frente a la derrota.

Pero siempre incordiando, haciendo el mal, intrigando y haciendo daño.

Primero al permitir al PSOE y sus medios de difusión que utilizaran su "despecho" como arma contra el PP. Así están desde el 15 de enero, sin que Gallardón haya hecho ni un amague para frenar dichos ataques. Cualquier persona con un mínimo de lealtad hacia su partido les habría mandado callar, con gestos y con palabras claras y contundentes. Pero él no: prefiere alimentar a los adversarios de su partido.

Luego siguió la insidia -captada por todos- de sus palabras sobre "doña Cuaresma" derrotando a don Carnal. Palabras ruines y nada caballerescas, muy poco dignas de alguien que tiene tan alto concepto de si mismo, como Alberto Ruiz-Gallardón tiene de Alberto Ruiz-Gallardón.

Y ahora sigue con declaraciones al diario ABC, en las que dice que no tiene rencor, mientras sus palabras rezuman rencor, y hacen acusaciones veladas sobre los "responsables" de su exclusión de las listas, porque -como cobarde que es- no se atreve a dar nombres.

Eso si: se emociona al recordar la llamada de apoyo de Gabriel García-Márquez. ¿Le habrá llamado también Fidel Castro?

Salmones al río

Si, al río de Tippex. Porque como siga así, es donde bañaremos a la candidata a diputada Beatriz Rodríguez Salmones, quien -cual "aprendiza" de Gallardón- se desmarca del mensaje claro y contundente de su partido y de su cabeza de lista -Mariano Rajoy- en el tema del canon digital.

La candidata a diputada de la SGAE ha decidido que todos los consumidores somos unos delincuentes que nos dedicamos a violar sistemáticamente los derechos de autor de los artistas. Sin juicio, sin pruebas y sin posibilidad de defensa alguna. Y somos condenados a pagar. Todos. Por las dudas.

Mientras SU partido, el PP, dice que si ganan las elecciones el 9 de marzo, abolirán el canon digital, esta señora se dedica a ir por libre, reinterpretando a su gusto y placer esta promesa electoral de Rajoy, al decir que el PP no está contra el canon, sólo "lo cuestionamos".

Agrega la señora Salmones que "Cuando cuestionamos el canon...decimos que estamos a favor de una fórmula que permita al autor seguir a su obra y al usuario retribuírsela". ¿A quién le tendré que retribuir por las fotos que saco con mi cámara digital? ¿A mis familiares y amigos?

Con frases rimbombantes y huecas intenta justificar algo que ya ha sido rechazado por más de 2 millones de internautas. "Un libro no es equiparable a un par de zapatos. ¡Es algo más! Para nosotros, la cultura es más que un bien más del mercado", dice la señora Salmones. Desde aquí le exigimos que nos deje a nosotros -los consumidores- el decidir qué es y qué no es cultura.

Porque seguramente un par de zapatos de Manolo Blahnik hacen más por la cultura que un libro "plagiado" de Lucía Extebarría. Y porque es nuestro derecho inalienable el decidir qué hacemos o dejamos de hacer con el fruto de nuestro trabajo, sin que seamos "legalmente" asaltados por aquellos que se dedican a sacarle el dinero a los contribuyentes para repartir prebendas. Que son injustas e ilegítimas.

¿Qué debemos esperar de esta señora si sale electa diputada? ¿Que vote en contra de lo que el PP ha prometido en campaña?

Rodríguez-Salmones no dimitió ni renunció al puesto en el comité asesor de Rajoy ni en la lista por Madrid. Desde aquí le pedimos a la señora Salmones que tenga suficiente dignidad para no presentarse por un partido que pretende abolir una ley con la que ella está de acuerdo. Y -como sabemos de antemano que pedirle dignidad a esta señora es como pedirle peras al olmo- le exigimos a Mariano Rajoy que confeccione listas coherentes.

Es lo mínimo que merecen sus votantes.