viernes, 11 de enero de 2008

Hacer lo debido

Dejar de lado el egoísmo y cumplir con las normas. Y que siga el ejemplo de Rita Barberá. Eso es lo que desde aquí le pedimos al Alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.

Se lo pedimos a él, aunque sin tener demasiada esperanza en que su extrema ambición le permita un acto de humildad. Pero sobre todo, se lo pedimos a Mariano Rajoy.

Como presidente del partido, como candidato a presidente de gobierno, como hombre de leyes, es lo mínimo que podemos esperar: que haga cumplir las normas.

El artículo 7.2 c de los estatutos del Partido Popular, establece claramente esta incompatibilidad:


ARTICULO 7. Deberes de los militantes.

2.- Para acceder a cargos públicos o puestos de dirección del Partido, los militantes deberán respetar los siguientes criterios:

c) La condición de Diputado al Congreso o al Parlamento Europeo es incompatible con el desempeño de cargos de Presidente o Secretario General Insular, Provincial o Regional del Partido y con los de Alcalde, Presidente de Diputación Provincial, Consell o Cabildo Insular.



Así lo ha entendido la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien además ha mostrado un gran respeto por los habitantes de Valencia que la eligieron como alcaldesa hace unos meses, al decidir que la mejor manera de ayudar a Mariano Rajoy a ganar las elecciones del 9 de marzo es es 'seguir trabajando en Valencia como lo he hecho en estos últimos 16 años con la colaboración de todo mi equipo de Gobierno', ya que éste es 'mi compromiso y mi ilusión con los valencianos'.

Se nos podrá decir que el inciso 3º autoriza al Comité Ejecutivo Nacional a hacer excepciones. Y nosotros diremos que la excepción es fuente de injusticia.

Derecho significa “lo que es bien dirigido”, lo que “no se aparta del buen camino”. Su fin último es la consecución de la paz, la armonía y el orden, manteniendo la convivencia pacífica entre los hombres, que únicamente es posible a través de la justicia.

No se puede establecer una excepción a la norma jurídica por satisfacer los caprichos megalomaníacos de un dirigente político, porque se están destrozando los caracteres fundamentales de la norma jurídica: su generalidad y su obligatoriedad. Es decir, son obligatorias para todos.

Desde aquí queremos pedirle a Mariano Rajoy que no pase por alto los estatutos de su partido, porque de hacerlo, estaría erigiendo una candidatura ilegítima.

Alberto Ruiz-Gallardón se debe –por mandato popular- a los habitantes de la ciudad de Madrid que lo eligieron, y que son quienes abonan puntualmente su nómina. Ni él, ni ningún otro alcalde debería figurar en las listas del PP, vulnerando sus estatutos. Estatutos que todos los miembros del partido han prometido obedecer.

Si la clave para ganar una elección pasa por violar las normas, ¿qué clase de opción constituye el PP para los ciudadanos?

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente. Lo suscribo al 100%.

anghara dijo...

Muy bueno. Pero habría una solución alternativa, que a mí me parecería casi un sueño: que deje la alcaldía. Así, sí podría ir de diputado.

La excepcionalidad de las normas no está pensada para casos de megalomanía, sino por interés general del partido. Así, por ejemplo, Teófila Martínez, que era DIPUTADA, se pudo presentar a ALCALDESA.

En este caso yo creo que Gallardón bastante sobrado va ya de excepciones. ¿O alguien cree que cualquier otro alcalde en cuyo consistorio estén deteniendo a los funcionarios por tramas de corrupción de primera magnitud podría siquiera plantear ir en listas?

Por otro lado, creo que los madrileños ya sabían que no votaban a un alcalde, sino a un megalómano con aspiraciones a devolver al PP al redir del estado de los partidos (partitocracia). Y si no lo sabían es porque no querían saberlo.

Yo, en mis trece. En lo de siempre. A Gallardón no lo voto ni jarta copas.

Un saludo,

Anónimo dijo...

Hombre, no compares a una señora como Rita con el impresentable ese. Yo jamás votaré a Gayardón. Jamás. Vaya de lo que vaya, aunque fuera el último y supiera que no va a salir.

Cocodrilo Dundee dijo...

Hombre, aquí no se compara a la adorable Rita con la babosa arrastrada y ambiciosa de Gallardón. Se pide que haga lo mismo que Rita, o que se lo obligue a hacer lo mismo que Rita.
Muy bueno, Aleón. Muy bueno.l

Anónimo dijo...

Gallardón puede hacerle ganar muchos votos al PP. NO entiendo vuestra postura.

Anónimo dijo...

Tenéis razón. Las leyes están para ser cumplidas, y no debe eximirse a nadie, ni siquiera a Gallardón.

Anónimo dijo...

joder, me estais dejando sin opciones.,

Anónimo dijo...

Cierto que hay normas, pero también hay excepciones, cual es el caso, ya comentado, de Teófila Martínez. Y siempre habrá quien esgrima el argumento del interés excepcional para el partido con el propósito de colar a Gallardón en las listas para el Congreso.
Pero, por ejemplo, supongamos que en lugar de Gallardón, tuviéramos a Rita Barberá con visos de poder formar parte de la candidatura para el Congreso y sin abandonar además el sillón de alcaldesa de Valencia: ¿estaríamos en esta polémica...?. Yo creo que no, que estaríamos todos de acuerdo en que Rita podría perfectamente simultanear ambas responsabilidades, si es que ella quisiera y su cuerpo lo aguantara (que ambos cargos requieren de una capacidad de trabajo y de un esfuerzo excepcionales).
La cuestión, yo creo, no radica en rebuscar entre los estatutos algún artículo para despistar a Gallardón de sus intenciones. La obsesión reglamentista (por cierto, a la que el PP tiene tanta querencia) nos puede llevar al absurdo. Y a mí no me van a convencer, por ejemplo, de que España es España porque una constitución lo diga, como no me van a convencer de que debo amar y respetar a mi padre y a mi madre porquer ambos figuren en un libro de familia.
Y como tampoco me van a convencer de que el señor Gallardón deba o no estar en la Carrera de San Jerónimo porque lo permita, o no, un artículo de unos estatutos.
Por encima de eso hay unos valores a los que defender y por los que luchar, valores que Gallardón no defiende ni de lejos: antes bien, en cuanto puede se desmarca y con sus hechos y actitudes se posiciona en contrario.
Gallardón, por lo que ha venido haciendo hasta hoy, no es que no deba ir al Congreso: es que deberían ponerlo de "patitas en la calle".
Y, si quiere, él que tanto vale, que siga el camino de un tal Verstrynge...

Anónimo dijo...

Os salís. Muy bueno este post. Es incontestable.
Y coincido con el anónimo de antes: si no le gusta lo que hay, que siga los pasos de Vestrynge.
Después de ver su cara incrustada en el baner del PSOE más abajo estoy convencido de que es lo que mejor le sienta a Gallard´on.

Haroldo dijo...

Muy bueno.Esperemos que Rajoy lo tenga en cuenta.